É
incontestável que, atualmente, a chave de entrada para o domínio da
Eurasia está no Oriente Médio e a Síria é o epicentro da luta pela
dominação desta área disputada pelo capital.
Síria, um país cheio de
perspectivas, está agora em ruínas. Sua industria está destruída em 80%,
enquanto a produção de óleo foi reduzida em 45%. Recentemente, o
país era um dos líderes do mundo árabe. Sua economia progrediu com sucesso
e era uma nação auto-suficiente e independente. No entanto, os rumos da
economia síria não combinava com os interesses dos EUA, que passaram a intervir
de todas as formas para mudar a situação. Na sequencia daremos os detalhes.
Além das reservas e do potencial do país árabe, a Síria é uma plataforma
estratégica, onde os interesses americanos colidem com os da Rússia. Em
particular, os ambiciosos planos do governo do presidente Bashar al Assad para transformar a Síria em um novo
centro de poder no Oriente Médio, com a ajuda da Rússia foram encarados como
uma declaração de guerra aos EUA.
Quando se trata de lucro, todos os métodos são válidos para os EUA
No final da década de 2000, Damasco planejava a construção de duas novas plantas de processamento de gás: uma na área de Palmira, cuja produção era estimada em mais de 2.000 milhões de metros cúbicos de gás purificado por ano e, outra, na área de Raqqa, cuja capacidade anual prevista era de mais 1.000 milhões de metros cúbicos e 40.000 toneladas de gás natural liquefeito. Não é por acaso que essas cidades estão agora em poder dos terroristas de Estado Islâmico , que proclamaram Raqqa a capital do califado.
Outro projeto mal visto pelo Departamento dos EUA foi o acordo de 10.000 milhões de dólares assinado por Iraque, Irã e Síria, em 2011, sobre a construção de um gasoduto com uma capacidade de 110 milhões de metros cúbicos de gás por dia. O projeto estava previsto para iniciar a construção em 2016. As coisa pioraram quando, pouco antes da eclosão da guerra, o presidente Al Assad propôs o conceito "Estratégia dos quatro mares", onde a Síria ocuparia um lugar central e facilitaria o acesso ao Mar Mediterrâneo ou seja, o acesso à Europa e ao Atlântico.
O projeto incluía a construção de gasodutos para ligar os mares próximos da Síria ao redor do perímetro do Levante: o Cáspio, o Mediterrâneo, o Mar Negro e o Golfo Pérsico. Na prática, isso significaria a união da Síria, o Irã, a Turquia e do Azerbaijão em um sistema de transporte de gás e de petróleo com um único acesso para o Mar Mediterrâneo. O projeto envolveu a participação de diversas empresas russas, sem que empresas da Europa e dos EUA fossem convidadas. Outra "coincidência" é que as grandes cidades programadas para receber o gasoduto - Homs, Damasco e Alepo - foram as mais assediadas e caíram sob o domínio e controle dos terroristas.
Muitos especialistas compartilham a opinião de que há razões econômicas latentes para os EUA perseguirem na Síria. Assim, o Diretor do Departamento de Análise do grupo de investimento Nord Capital, Vladimir Rozhankovski, chama a atenção para o fato que ainda que a Síria não seja um fornecedor e exportador de petróleo, o país vizinho é o Irã, e diversas partes de seu território desempenham papel importante no trânsito energético. "Até recentemente, a Síria tem sido um dos pilares da estabilidade no Oriente Médio", destaca o analista.
Sempre a disputa pelo petróleo
Outro detonador para a guerra prolongada na Síria foi um acordo de 2013 entre Moscou e Damasco para investir em novos campos de petróleo, mais uma vez sem a participação das multinacionais ocidentais.
A Síria tinha projetos de se tornar um novo membro da União Econômica da Eurásia e criar/participar de uma zona econômica especial. O Primeiro Ministro Sírio, Wael al-Khalq expressou a esperança de que a Rússia iria responder positivamente a proposta do governo sírio e apoiar a posição da Síria "e fazer frente aos ataques violentos, incluindo as sanções econômicas injustas impostas pelo Ocidente."
O que faz agora os EUA em Síria - apoiar os rebeldes "moderados", liderar uma coalizão internacional ineficaz contra DAESH (EI) e prepararem-se para que 50 de seus soldados coloquem suas botas no território sírio - tem uma sólida motivação econômico-geopolítica e só o tempo vai mostrar que novos truques recorrerá esse império para alcançar os seus objetivos.
O que faz agora os EUA em Síria
- apoiar os rebeldes "moderados", liderar uma coalizão internacional
ineficaz contra DAESH (EI) e prepararem-se para que 50 de seus soldados
coloquem suas botas no território sírio - tem uma sólida motivação
econômico-geopolítica e só o tempo vai mostrar que novos truques
recorrerá esse império para alcançar os seus objetivos.
Aprofundando a discussão: La madre de todas las batalhas
Y es que la hipótesis planteada desde hace
algunos años referente al triunfo de la Nación Siria sobre el terrorismo, pese
a los embates inmensos avalados por Potencias guerreras, posee cada vez más
hechos contundentes que la sustentan. La profecía emitida por agoreros
Neoliberales, con “inspiración divina y sobrenatural”, según la cual dicha
Nación sería destruida como Sodoma y Gomorra va quedando sin argumento válido
pese a lo sucedido.
En esta dirección es que deben entenderse
las actuales conversaciones de Viena sobre Siria, donde participan Rusia,
Turquía, Arabia Saudita y Estados Unidos, a las que recientemente se integraron
Irán, China, Irak, Catar, Reino Unido, otras naciones y representantes de la
Unión Europea. La razón fundamental es que existe una tendencia cada vez mayor
a ver este conflicto en relación con las fuerzas que amparan al extremismo takfirí y sin cuya eliminación no será posible
la paz. También han aceptado algunas potencias que la continuidad de Al Assad no está en duda mientras persistan
los ataques al Gobierno y a la integridad territorial de la Nación.
Los primeros resultados destacan la
obligación a las potencias EAIF (Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia)
a resignar en parte su deseo de sacar al Mandatario de la Presidencia legal del
País Árabe debiendo transar sus intenciones en una mesa de discusión pues, por
sobre ello está el objetivo de derrotar al Estado
Islámico para garantizar una
opción civilizada, tal como existía antes de la intervención Occidental en Irak,
Libia, Afganistán y Siria misma.
Cabe mencionar que en dicha reunión se
habría logrado diversos acuerdos, los que han sido expresados de modo diferente
por algunas naciones, aunque se podría manifestar que se acordó la lucha contra
grupos terroristas, la unidad, independencia, integridad territorial y
seguridad del país, se pedirá a la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
que negocie un cese del fuego y realice elecciones. Aún hay diferencias sobre
el futuro del Presidente, aunque el Canciller Ruso, Serguéi Lavrov, sostuvo
nítidamente que los Sirios son los que deben decidir. El comunicado conjunto
emitido por los participantes destaca que pese a las diferencias sustanciales
se ha logrado alcanzar un entendimiento que permite un pronóstico constructivo.
Al respecto de estas conversaciones se
puede precisar lo siguiente: Uno:las
Potencias Occidentales asisten porque se ven obligadas a hacerlo, lo queno
significa que dejen de pensar en dominar dicha región. Dos: los diálogos serán expresión de un
sector en contradicción con el derecho del Pueblo Sirio a decidir su destino y
otro que propicia la autodeterminación de los pueblos.
Cabe mencionar que esta reunión surge a
partir de hechos evidentes: A, el
éxito del apoyo aéreo ruso al Gobierno legal con la destrucción de un número
inmenso de objetivos militares, ya que en un mes han destruido cerca de un 35%
de la capacidad bélica del Estado Islámico; B, que el Ejército Sirio cada vez más se
acerca a las posiciones de los takfiríes, pese a ser de lenta consecución,
mostrando un avance inmenso en diversas provincias e instalando zonas de
contención y avance; C, reconocimiento del papel decisivo de
la Federación Rusa en el campo regional y mundial,
liderando acciones de paz a través de la diplomacia política.
La interrogante es: ¿Qué se pretende en las
mesas de Viena respecto a la opción política y la militar?: Se debe presumir que habrá una Diplomacia
retórica ante aquella complementaria que pretende sincerar las posiciones: no es cierto que se desee por
algunas Potencias unaSiria unida,
laica y pacífica, pues desde el Geopoder se conoce que se intenta dividir el País en tres
sectores, los cuales permitan una tensión permanente. El beneficio directo sería para Israel, Turquía y Arabia Saudita, pues sus propios proyectos se
verían así consolidados. Si existeSiria unida
implica una fuerte alianza con Irán, posicionando al Estado Persa como el
referente más sólido de la región y un actor con el que se debe contar para
toda acción de pacificación.
En realidad lo que ocurre hoy en el
espectro diplomático y militar es la victoria de las estrategias planteadas al
presente y el futuro próximo, estableciendo cinco conclusiones:
1. La Casa Blanca no acepta que Al Assad participe en la denominada transición
política pues para ellos él es el responsable de la crisis y no la creación de
grupos extremistas. Sin embargo, las derrotas de la Coalición pro-Occidental y
su disminución notable en la influencia regional le imponen participar para no
quedar excluida del todo. Luego de lograrse un éxito gracias a las gestiones
comunes la Prensa Occidental la pondría como la protagonista principal.
2. La idea de que participe el “Ejército
Libre Sirio” es una jugada maestra.
Por una parte, se verá si existe realmente y quienes lo componen… o si
simplemente es una fantasía; por otra, exige que no luche más al lado del
Estado Islámico o Al Qaeda, excluyéndolo de apoyar “moderadamente” al
extremismo.
3. Barack Obama no reconocerá lo evidente: que planificaron
la secesión de Irak y Siria coordinada con la capacitación y entrenamiento al
Estado Islámico, cuyo proyecto falló, entró en crisis y puso su autoridad
en entredicho a nivel mundial. La negociación se dará sin esa aceptación
pública, transparente.
4. En lo que será de imprescindible acuerdo,
lo que no se ha aceptado plenamente por las Potencias y sus aliados es que
ningún proceso político decisivo puede materializarse mientras existan Daesh y Al
Qaeda o alguna Organización
Terrorista “Moderada”.
5. El futuro de Bashar al Assad no se definirá en Viena sino que lo
hará el Pueblo Sirio; previo
a la eliminación del terrorismo en la región, lo que indica que antes es
imposible. Las conversaciones son para obtener un reconocimiento de las
Potencias que apoyan el Terrorismo de que no lo harán más… por lo menos de modo
directo y que deberán enfrentar un rechazo ético mundial si continúa su acción
ilegal.
Lo delicado es que paralelamente a lo
expuesto públicamente se sigue financiando el Terrorismo. El Subsecretario de
Estado estadounidense,Antony Blinken, ha
confirmado el envío total de 500 millones de dólares a la “oposición siria”,
sin definir si es la civil o la “moderada”, en forma de “ayuda financiera no
letal”. Según el Funcionario, la intervención militar deRusia no logrará ninguna victoria militar en
el país árabe y, asimismo, si continúa el ataque al Estado Islámico, los
exacerbará. La presión de la guerra, según su opinión, es la que obliga al
Kremlin a negociar políticamente en Viena. Blinken ha insistido en que esa
transición de Poder debe terminar con la destitución del Presidente de Siria,
pues mientras lidere el país no se erradicará el terrorismo ni terminará la
crisis.
Paralelamente a estas declaraciones se
conoce un nuevo video que muestra cómo miembros del llamado Ejército Libre Sirio (ELS),designados
como “rebeldes moderados” por EE.UU.
y sus aliados, encierran a mujeres en jaulas para usarlas como escudos humanos
frente a bombardeos Sirios y Rusos. Se asegura que han colocado decenas de
jaulas con más personas en otras zonas bajo su control para tratar de impedir
que las aeronaves sirias y rusas realicen ataques aéreos en su contra.
Paralelamente, Daesh asesina a doce niños que intentaban
escapar de las escuelas de entrenamiento en Mosul donde les enseñan a matar o a
ser bombas humanas aún sin quererlo. Este hecho también está ocurriendo en
zonas bajo control de la coalición terrorista Yaish al Islam,formada tras
la unión de más de 50 grupos terroristas bajo un mismo mando.
Finalmente, es necesario reconocer que se abre un nuevo escenario internacional pues la discusión gira por primera vez
en el plano político como alternativa viable por sobre la destrucción del País,
donde para no demostrar la derrota bélica y financiera de algunas Potencias,
Gobiernos y Reinados, deben ser parte de una conversación no deseada.
La “profecía” Neoliberal en términos
propositivos se cumple negando los vaticinios catastróficos de quienes daban
por descontado que Bashar al
Assad sería derrocado por las
Potencias y se produciría el triunfo terrorista (continuando Siria en el caos y
fragmentada), presentándose la
posibilidad de reconstruir una Siria inclusiva, sin injerencia foránea. Es
el espíritu de la reconciliación el que se impondrá tal como lo augura el Geopodercomplementario.
Intervención Rusa en Siria: más allá del
Estado Islámico
La operación antiterrorista de Rusia en Siria, sacudida por la guerra
que desde su inicio en 2011 ha costado la vida a más de 240.000 personas -dato
que revela la imposibilidad de las instituciones intergubernamentales para salvaguardar
los derechos de los pueblos- es un hecho que va más allá del combate contra las
fuerzas del EI, como también de la asistencia estratégica
rusa a un “Estado cliente” en Oriente Medio.
Sin duda que el terrorismo transnacional es
un reto mayor de alcance local, regional y global. Basta con consultar los
documentos relativos a la seguridad nacional de la mayoría de los países para
constatar que dicho fenómeno ocupa la primera línea en materia de amenazas.
Ello es así, al punto que tras el 11-S-2001 la cooperación entre Rusia y
Estados Unidos, que por entonces mantenían fuertes divergencias respecto de
varios temas, alcanzó un significativo nivel, acaso el más alto desde la
finalización de la Guerra Fría, siempre que dejemos de lado el período
1992-1994, cuando Rusia consideró (o más apropiadamente creyó) que solamente
cooperando sin reservas con aquel País lograría solucionar los problemas
domésticos y mantenerse como gran Poder a escala internacional.
El Estado
Islámico, cuyo origen se
relaciona en gran medida con el derrumbe de las estructuras centrales del Estado iraquí a partir de la intervención (sin
autorización de la ONU) estadounidense en 2003, no solo tiene
como objetivo remodelar geopolíticamente Oriente Próximo, sino continuar la
lucha más allá de este espacio, como así también más allá del espacio
Occidental.
Tampoco existen dudas respecto de la
relación estratégica que existe desde hace décadas entre Moscú y Damasco, relación que trascendió la
“capitulación” de la Unión
Soviética frente a Occidente en ocasión de la intervención militar
(autorizada por la ONU) de la coalición liderada por Estados Unidos tras la
invasión de Irak a Kuwait a principios de los años noventa.
En buena medida, la operación de Rusia en
Siria, que bien atendiendo el alcance del artículo 51 de la Carta de la ONU (en
el que se basó precisamente Francia cuando atacó hace poco blancos del EI en
Siria), obedece a una situación que trasciende, y de la que, en buena parte,
depende el curso de la Política Internacional en los próximos años.
La intervención rusa en Siria es un hecho
que debe enfocarse desde la perspectiva del curso de las relaciones entre
Estados Unidos y Rusia desde el final de la Guerra Fría, un curso durante el
que nunca existió un genuino patrón de cooperación (como por entonces lo creyó
Moscú bajo Gorbachov y Yeltsin) sino una
concepción de Poder que Estados Unidos consideró “legítima” de ejercer ante
Rusia, el “Estado continuador” de la URSS, por haber ganado la contienda
bipolar y, por tanto, mantenerse sin cuestionamiento alguno como único poder
internacional o, como la definía el ideólogo y experto Zbigniew Brzezinski, “única Superpotencia global
extensa”.
Pero Rusia ha reconstruido su Poder y desde hace tiempo se ha propuesto
limitar o equilibrar aquel ejercicio de maximización de Poder que Occidente
llevó adelante a través de
una pluralidad de acciones, siendo sin duda la de mayor escala la ampliación de
la OTAN hasta la misma frontera rusa. En este
contexto, no es posible separar la operación rusa en Siria de los acontecimientos de Georgia en agosto de 2008 ni tampoco de lo que
viene sucediendo en Ucrania, como así de otras cuestiones en las
que se cruzan intereses de ambos actores.
Los casos de Georgia, Ucrania y Siria necesariamente deben ser enfocados en
clave de reajustes o técnicas de balanceo geopolítico y estratégico por parte
de un actor, Rusia, cuyo propósito es impedir que se
continúen ejerciendo Políticas
de Poder con el fin de
debilitar su influencia y su Poder en las relaciones internacionales.
A Rusia no se la critica ni responsabiliza de
desestabilizar la seguridad internacional solamente cuando se mantiene
inactiva, como sucedió durante 1992-1994, cuando “Rusia no fue Rusia”. Pero
cuando Rusiaactiva Poder
para defender intereses nacionales, como
lo han hecho tradicionalmente todos los Poderes preeminentes y lo seguirán
haciendo,Rusia se
vuelve un “problema para la seguridad internacional” local, regional e incluso
global.
Sin embargo, no ha sido la actividad de Rusia sino la profusa actividad deOccidente la que ha colocado al mundo en estado
o curso de crisis. Consideremos la lista de principales cuestiones derivada de
dicha actividad:ampliación constante de la OTAN; intervención (sin autorización de laONU)
en Irak con el establecimiento político,
económico y militar en Iraky
el desmantelamiento del Estado de Irak; despliegue del escudo antimisiles
contra “Estados armas” (desestimando la propuesta rusa de cooperación conjunta
para dicho fin); intervención
en Libia (con autorización de la ONU aunque
modificando el propósito de la misma durante la operación militar) con el caos
total subsiguiente; asistencia
técnica militar a Georgia (previamente a agosto de 2008); constantes maniobras militares de la OTAN en zonas adyacentes al territorio ruso;intento
de integrar a Ucrania a la cobertura económica y de
seguridad de Occidente penetrando
en la Europa oriental, parte de Eurasia.
No hay duda de que la lucha por el control
del “Pivote Geográfico de la Historia”, tal cual lo augurara MacKinder, ha
comenzado y su llave es Siria, donde se está librando la “madre de todas las
batallas”.—
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